Movimiento, sinuosidad, sigilo, suavidad, textura..
son tantos los sentidos que pueden despertar estos imprevisibles reptiles que no podíamos resistirnos a probar a darles vida...de papel.
Comenzamos por fabricar el material con el que modelar su cuerpo..
Siempre, reciclando
Y poco a poco la materia prima comenzó a tomar textura..
Ahora tocaba cerrar los ojos e intentar imaginar la silueta de nuestro reptil, su movimiento, sus giros y por supuesto...sus colores...
Pero el momento crucial es cuando pasas una imagen, un pensamiento a algo realmente tangible. Magia..
SSsssssssshhh....
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