El arte, como forma de expresión, tiene un aspecto fundamental de lenguaje que se comunica con el exterior a través de los recursos plásticos del artista.
Pero si a esta expresión plástica además del lenguaje visual le añadimos la capacidad de expresarse verbalmente, el resultado a nivel creativo es infinitamente más enriquecedor, especialmente para las edades con las que trabajamos, para los que fantasía y realidad todavía forman parte de un mismo mundo.
En El Tigre hemos reservado la última temporada para adentrarnos en el mundo de los títeres y las marionetas y lo hacemos empezando por lo más básico, el títere de dedo.
La propuesta parte de las posibles versiones de un cuento conocido y, sin dar muchas pistas que condicionen la elección, se reparten los personajes y nos ponemos manos a la obra..
Lo primero la materia prima: Pasta de papel que, como siempre, nos esmeramos en fabricar como auténticos artesanos!
Comienza el juego, hoy toca convertirse en panaderos así que, a amasaaaaaRRRR!
Es fantástico el olor que desprende la harina mojada, pero lo mejor es veros disfrutar con las manos en la masa.
Papel higiénico, cola, harina y...tachán! la masa está servida!
Y de segundo?
Crear.
Crear.
Los personajes toman el taller.
La combinación es de lo más variopinta y sus miradas se cruzan intentando encontrar una cara conocida..
El perro mira al gallo, el gallo a la luna, la luna al ratón..
Todavía no se conocen pero algo les dice que pronto compartirán grandes aventuras.
Continuará..
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